Entre chaparrones y rayos de sol, muchas familias acercaron a sus pequeños a los libros, a sus autores,... a sus libreros.
Fueron muchas las veces que nuestros visitantes tuvieron que refugiarse bajo los toldos por la lluvia, pero ahí continuaron con la alegría y la ilusión de encontrar nuevos libros que les acompañan ya desde entonces en sus momentos de lectura.
Conocimos caras nuevas, volvimos a ver algunas que hacía tiempo no veíamos y también por supuesto vimos las que están siempre muy cerca de nosotros. Muchas gracias a todos por vuestra presencia, por vuestra compañía.